A menudo
me sentía como
la eterna
gilipollas
de pensamiento
decadente
y mente
frustrada.
En silencio.
me sentía como
la eterna
gilipollas
de pensamiento
decadente
y mente
frustrada.
En silencio.
Llena de
recuerdos que
alimentaban
mi pereza
existencial.
recuerdos que
alimentaban
mi pereza
existencial.
Te despiertas un día
y ya no tienes
ganas de
nada.
Vivir, vivir, vivir
me repetía.
Con desesperación.
y ya no tienes
ganas de
nada.
Vivir, vivir, vivir
me repetía.
Con desesperación.
Pero estaba cansada,
solo quería
dormir.
solo quería
dormir.
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