Cuando cualquier chorrada se convertía en una excusa para desear infinitamente escapar del planeta.
Cuando descubrimos que nos interesaba todo menos la realidad y queríamos vivir en otra galaxia.
Cuando nos divertía sentir que no pertenecemos a esto.
Cuando las noches eran maravillosamente eternas y los días asquerosamente cortos.
Cuando la vida se presentaba gris pero la convertíamos en cualquier color.
Cuando empezaba a ver bello lo que antes me parecía amargo.
Cuando aprendimos a ser valientes y a mostrar debilidades sin miedo.
Cuando las emociones y los sentimientos brotaban de mi cuerpo y me sentía medio llena.
Cuando lo correcto era nuestro enemigo y la rebeldía nuestra mejor compañera.
Cuando empezamos a dejar de fingir que nada nos importaba.
Supongo que cuando éramos nosotros mismos. Cuando era yo.
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